miércoles, 5 de junio de 2013

Juan Luis Perales: Un velero llamado libertad



José Luis Perales Morillas conocido como José Luis Perales o simplemente Perales (n. 18 de enero de 1945; Castejón, Cuenca, Castilla-La Mancha, España) es un electricista, cantautor y compositor español. Pasó sus primeros 16 años de vida en su ciudad natal y en el año de 1961 se muda a Sevilla para realizar sus estudios de maestría industrial en electricidad. Luego de culminar la maestría se muda a Madrid para completar sus estudios con los de peritaje que realizaba mientras componía algunas obras. Lanzó su álbum debut Mis canciones en 1973.

Perales ha vendido más de 50 millones de ejemplares en todo el mundo. Su primer disco de oro lo obtuvo en Argentina en el año 1974, con «Celos de mi guitarra», desde entonces ha recibido más de 100 discos de oro y platino. Su canción «Porque te vas», popularizada por Jeanette, ha sido versionada por más de 40 artistas en Francia, Alemania, Inglaterra, Japón, hasta el año 2004. Sólo de esta canción vendió más de 6 millones de copias en Alemania y Austria.

Es el cantautor hispano más versionado del mundo, las letras de sus canciones son poesía que hablan del amor, la nostalgia y la paz. Ha realizado 27 producciones musicales y, además ha registrado 510 canciones en la Sociedad General de Autores de España (SGAE).

Un velero llamado libertad



Ayer se fue, tomó sus cosas y se puso a navegar
 Una camisa, un pantalón vaquero y una canción
 ¿Dónde irá? ¿Dónde ira?

 Se despidió, y decidió batirse en duelo con el mar
 Y recorrer el mundo en su velero y navegar, lay la la, navegar
 Y se marchó, y a su barco le llamó libertad
 Y en el cielo descubrió gaviotas... 
 Y pintó estelas en el mar... 

 Y se marchó, y a su barco le llamó libertad
 Y en el cielo descubrió gaviotas...
 y pintó estelas en el mar... 

 Su corazón buscó una forma diferente de vivir,
 Pero las olas le gritaron vete con los demás
 Lay la la con los demás...

 Y se durmió, y la noche le gritó: ¿dónde vas?
 Y en sus sueños dibujó gaviotas... 
 Y pensó hoy debo regresar...
  
 Y regresó, y una voz le preguntó: ¿cómo estás?
 Y al mirarla descubrió unos ojos...
 lay la la, azules como el mar... 

 Y regresó, y una voz le preguntó: ¿cómo estás? 
 Y al mirarla descubrió unos ojos... 
 lay la la, azules como el mar...
  
 Y se marchó, y a su barco le llamó libertad 
 Y en el cielo descubrió gaviotas...
 Y pintó estelas en el mar.

La Pregunta en el Examen


Una simple pregunta en un examen, que nos recuerda la importancia que tienen todas las personas que conocemos...

Durante mi segundo semestre en la escuela, nuestro profesor nos dio un examen sorpresa.
Yo era un estudiante consciente y leí rápidamente todas las preguntas, hasta que leí la última:

¿Cuál es el nombre de la mujer que limpia la escuela?

Seguramente este era algún tipo de broma. Yo había visto muchas veces a la mujer que limpiaba la escuela. Ella era alta, cabello oscuro, como de cincuenta años, pero, ¿cómo iba yo a saber su nombre?

Entregué mi examen, dejando la última pregunta en blanco.

Antes que terminara la clase, alguien le preguntó al profesor si la última pregunta contaría para la nota del examen.

Absolutamente, dijo el profesor.

En sus carreras ustedes conocerán muchas personas. Todas son importantes!!!. Ellos merecen su atención y cuidado, aunque solo les sonrían y digan: ¡Hola!

Yo nunca olvidé esa lección... También aprendí que su nombre era Elena.

El Pianista


Hay personas que quisieran dar media vida para lograr lo que otros han conseguido y también, existen aquellas personas que dieron más de media vida para alcanzar sus sueños en la vida... A cuál de los dos perteneces tú?...

La sala de conciertos estaba completa; es más, se observaban en la parte de atrás algunos asistentes de pie, urgiendo la presencia del artista; los boletos se habían agotado un mes antes de su presentación; uno de los mejores pianistas del mundo era el protagonista de tan grande expectación.

A la hora en punto de iniciar, apareció en el escenario. La ovación no se dejó esperar, se hizo un profundo silencio, y sin más se escucharon las primeras notas de la Polonesa de Chopin. Conforme iba avanzando en su magistral ejecución vimos la transformación del artista; la pasión iba creciendo, su rostro manifestaba una profunda concentración que se reflejaba en cada nota con una emoción que más pareciera estar tocando con el corazón que con las manos. El sudor cubrió su frente, su cabellera se fundía con el ritmo de su música. El éxtasis en la parte alta de su concierto no era exclusividad del artista, los asistentes estaban paralizados y en sus rostros se reflejaban las pasiones que el músico les transmitía. Con el violento movimiento final se cerró la magistral ejecución; los aplausos fueron desbordantes, el público de pie lanzaba gritos de júbilo y de felicitación. El artista tuvo que volver al escenario en cinco ocasiones más para recibir el tributo de sus admiradores.

Ya una vez en su camerino, los más importantes personajes de la ciudad tuvieron el privilegio de saludarlo personalmente, y entre ellos, se encontraba una distinguida dama que hizo el siguiente comentario:

- Maestro, ha tocado en forma por demás magistral, yo daría la mitad de mi vida por ejecutar un concierto como usted lo ha hecho hoy.

El artista humildemente le contestó:

- Yo, ya lo he hecho señora.

La admiradora agregó:

- Sé que se ha preparado durante muchos años, pero explíqueme, ¿de dónde le sale toda la fuerza que usted transmite?

- De la pasión que siento por lo que hago. Ella es la impulsora que me hace lograr todo en plenitud. Nunca he podido ejecutar una pieza si primero no la siento y cuando logro despertar esa musa mágica dentro de mí que es la pasión, sé que toco, porque la siento en el alma. De hecho, no creo que nada grande se pueda lograr sin ella; es la fuerza que nos ha permitido tener magistrales obras de arte, iniciar grandes proyectos, es la impulsora de la creatividad, es la fuente de energía más poderosa que radica en el corazón de todos los seres humanos.

Atrevámonos a reconocer en nosotros la pasión que tenemos dentro para realizar la mejor obra de arte en nuestra vida, siendo lo que somos, teniendo lo que tenemos y aún faltándonos lo que nos falta, por la pasión podemos brillar y hacer la diferencia en nuestro hogar, en la fuente laboral, en la sociedad.

Si reconocemos esa pasión en nuestro interior podríamos hacernos diferentes y dar lo mejor siempre y no cada vez que nos sintamos alegres solamente. Ser mejor cada día no depende de nuestro estado de ánimo, depende de lo que nos creamos capaces de alcanzar aún a pesar de nuestras limitaciones. La pasión activa el deseo, el ser mejor lo culmina nuestra decisión.

El Obstáculo en el Camino


Una piedra en el camino... Un obstáculo que resolver... Una lección para aprender...

Hace mucho tiempo, un rey colocó una gran roca obstaculizando un camino. Entonces, se escondió y miró para ver si alguien quitaba la tremenda roca.

Algunos de los comerciantes mas adinerados del rey y cortesanos vinieron y simplemente le dieron una vuelta.

Muchos culparon al rey ruidosamente de no mantener los caminos despejados, pero ninguno hizo algo para sacar la piedra grande del camino.

Entonces un campesino vino, y llevaba una carga de verduras. Al aproximarse a la roca, el campesino puso su carga en el piso y trato de mover la roca a un lado del camino. Después de empujar y fatigarse mucho, lo logró.

Mientras recogía su carga de vegetales, el notó una cartera en el piso, justo donde había estado la roca. La cartera contenía muchas monedas de oro y una nota del mismo rey indicando que el oro era para la persona que removiera la piedra del camino.

El campesino aprendió lo que los otros nunca entendieron. Cada obstáculo presenta una oportunidad para mejorar la condición de uno.

El consejo de la historia: 

¡Mira cada obstáculo como algo que debe ser resuelto!

Eros Ramazzotti: Ahora tú



Ahora tú

Soy de donde la cuidad termina
De un barrio sencillo y popular
Donde aún es limpio el aire
Y los sueños más reales
Que plantarle cara a la verdad

Cuanta gente joven cada día
Quiere conseguir un poco más
Con los puños apretados
En la suerte confiados
Y sólo algunos lo conseguirán

Yo tengo claro que en esta vida
Nadie te da nada de más
Que cuando encuentres una salida
Marcha adelante no mires nunca atrás

Junto a mu ahora tú
A dar sentido a mi vivir
A darme todos tus momentos para mí
Ahora tú
Pero sin olvidar
Que existe la amistad
Que sigo estando allá

Y aquél que intenta luchar a solas
Con voluntad y poca edad
Cuántos errores cuántos problemas
Marcha adelante y nunca podrá llegar

Junto a mí ahora tú
Eres el centro en mi pensar
El aire sin el que no puedo respirar
Ahora tú
Eres mi voluntad
Mi amor a flor de piel
Mi lucha sin cuartel

Y sabes como soy
El hombre que hay en mí

Soy de donde la cuidad termina
Donde casi nadie volverá
Donde el viento está parado
Como un tren en el pasado
Oye como estoy cantando
Oye como estoy soñando
Hoy que estás aquí
Ahora tú

Para ser fuerte



Un día, una pequeña abertura apareció en un capullo; un hombre se sentó y observó a la mariposa por varias horas, mientras ella se esforzaba para hacer que su cuerpo pasase a través de aquel pequeño agujero. 

En tanto, parecía que ella había dejado de hacer cualquier progreso. Parecía que había hecho todo lo que podía, pero no conseguía agrandarlo. Entonces el hombre decidió ayudar a la mariposa: el tomó una tijera y abrió el capullo. La mariposa pudo salir fácilmente, pero su cuerpo estaba marchito, era pequeño y tenía las alas arrugadas. 

El hombre siguió observándola porque esperaba que, en cualquier momento, las alas se abrieran y estirasen para ser capaces de soportar el cuerpo, y que éste se hiciera firme. 

¡Nada aconteció! En verdad, la mariposa pasó el resto de su vida arrastrándose con un cuerpo marchito y unas alas encogidas. Ella nunca fue capaz de volar. 

Lo que el hombre, en su gentileza y su voluntad de ayudar no comprendía, era que el capullo apretado y el esfuerzo necesario para que la mariposa pasara a través de la pequeña abertura, era la forma en que  hacía que el fluido del cuerpo de la mariposa, fuese a sus alas, de tal modo que ella estaría lista para volar, 
una vez que se hubiese liberado del capullo. 

Algunas veces, el esfuerzo es exactamente lo que necesitamos en nuestra vida. Si se nos permitiese pasar por nuestras vidas sin encontrar ningún obstáculo, nos dejaría limitados. No lograríamos ser tan fuertes como podríamos haber sido. 

Nunca podríamos volar.

Pedí fuerza... y se me dio dificultades para hacerme fuerte.
Pedí sabiduría... y se me dio problemas para resolver.
Pedí prosperidad... y se me dio cerebro y músculos para trabajar.
Pedí valor... y se me dio obstáculos para superar.
Pedí amor... y se me dio personas con problemas a las cuales ayudar.
Pedí favores... y se me dio oportunidades.

Yo no recibí nada de lo que pedí...

Pero he recibido todo lo que necesitaba.

Vive la vida sin miedo, enfrenta todos los obstáculos y demuestra que puedes superarlos.